Las raíces de esta fiesta son muy antiguas, y la historia que los pre-cristianos contaban era que el Sol estaba enamorado de la Tierra, así que empezaron a festejar el día que más horas estaba con ella (la noche más corta del año, del 23 al 24 de junio) Se creía que ese era el mejor día para ahuyentar los malos espíritus y atraer la buena suerte, el amor y la fertilidad.
Los cristianos mantuvieron esta fiesta y la dedicaron a San Juan. Encendían hogueras como hizo el padre de San Juan Bautista para anunciar el nacimiento de su hijo. Pero para mucha gente mantuvo su carácter mágico, y siguen celebrándose muchos ritos que tienen más que ver con la celebración pre-cristiana.
En Marjal nos gusta mucho el carácter mágico de esta fiesta, el fuego… ¡y, sobre todo, que con ella damos la bienvenida al verano! Por eso te invitamos a celebrarla con nosotros. ¿Te animas?
Imagen con licencia Creative Commons del álbum en Flickr de Jose García.